8M: Las mujeres que cambiaron la historia del motor

La industria de la automoción está muy asociada a los hombres, sin embargo las mujeres a lo largo de la historia han jugado un rol importante en el crecimiento y desarrollo de este sector. 

Hoy 8 de marzo, día de la mujer, haremos homenaje a las mujeres que cambiaron la historia del motor reconociendo sus hazañas y su contribución a la industria de la automoción. 

Mujeres importantes en la historia del motor

En el siglo XIX y comienzos del XX, las mujeres aún no tenían permitido el derecho al sufragio, tampoco tenían las mismas oportunidades de estudio que los hombres ni la posibilidad de invertir en negocios. A pesar de ello, las mujeres se han hecho espacio para tener un rol importante en la historia del motor ocupando distintos roles dentro de los cuales se destacan inventoras, pioneras, ingenieras, empresarias. A continuación contamos las historias de algunas de ellas y su gran aporte a la historia del motor.  

June McCarroll y las líneas divisorias en las carreteras

June McCarroll (1867-1954) sanitaria de profesión, mientras conducía su Ford T tuvo un percance con un camión que la sacó de la carretera. A raíz de este evento se dio cuenta de que una línea divisoria en la carretera podría delimitar el espacio por el que debían circular cada vehículo y de esta forma evitar ese tipo de accidentes. 

Presentó esta idea a las autoridades pero no le dieron una respuesta. June no se dio por vencida y trazó una línea blanca con harina para dividir la carretera por la que ella solía circular. Se puso en contacto con varias asociaciones de mujeres para expandir su idea. Posteriormente el Estado de California creó una ley en 1924 estableciendo las líneas divisorias en carretera y las aplicaron a 5.600 kilómetros. 

Mary Anderson y el limpiaparabrisas

A Mary Anderson (1866-1956) se le atribuye la creación del limpiaparabrisas. En 1902 visitó Nueva York donde pudo observar que los conductores deben detenerse y salir del vehículo para limpiar el agua, la suciedad y el hielo que se acumulaba en la luna, lo que demoraba la circulación de los vehículos. 

Cuando volvió a Alabama, lugar donde vivía, comenzó a trabajar junto a un diseñador en un dispositivo que mantenía limpio el parabrisas y que se accionaba de forma manual. 

En el año 1903 patentó esta creación que fue aprobada por 17 años. En ese tiempo ninguna empresa quiso comprar el invento. Dos años después de que su patente expirara, en 1922, Cadillac comenzó a incorporarlos en sus vehículos como parte del equipo estándar.

Florence Lawrence y las luces intermitentes

Florence Lawrence (1886- 1938), no sólo fue una de las actrices más conocidas del siglo XX sino que también era apasionada por los coches y fue la precursora de las luces intermitentes y las luces de freno. 

Amante de los coches y apasionada de todo tipo de modelos, ella se daba a la tarea de repararlos con sus propias manos. Gracias a su entusiasmo y búsqueda de mejora, Florence creó un dispositivo con forma de brazos que salía del parachoques del vehículo cuando se pulsaba un botón, de esta forma lograba advertir a otros conductores que el coche iba a girar.  

También creó lo que hoy se conoce como las luces de freno. Al pisar el pedal de freno, en la parte trasera del coche emergía un cartel que indicaba Stop. 

Sus inventos no fueron patentados y unos años después fueron desarrollados por los fabricantes de coches. 

Bertha Benz y su audacia

Bertha Benz (1843-1944) era esposa y socia de Karl Benz, ingeniero alemán considerado el inventor del coche de combustión interna. En agosto de 1988. Bertha marcó un hito en la historia del motor al ser la primera persona en conducir en una distancia larga un automóvil propulsado por un motor de combustión interna.  

Su marido había patentado el Benz Patent- Motorwagen, un coche de tres ruedas con un motor de tracción trasera. Este invento era un gran revolución de la época en materia de movilidad, pero la sociedad no fue muy receptiva ya que generaba desconfianza y un gran cambio de hábitos. 

Bertha decidió demostrar que el vehículo creado por su marido iba a cambiar el futuro del transporte. El 5 de agosto de 1988 cogió a dos de sus hijos y emprendió un viaje de 106 kilómetros.  Cuando llegó a destino, luego de 12 horas, envió un telegrama a su casa informando que el viaje había sido un éxito. Durante el trayecto se enfrentó a varios imprevistos con el coche que logró resolver. 

Luego de tres días de su primer viaje largo, Bertha regresó de nuevo a su ciudad por otra ruta. La prensa de la época difundió aquel suceso convirtiéndolo en una gran campaña publicitaria para el coche. Hoy en día la ruta de ida y vuelta de 194 kilómetros que realizó en aquella época es nombrada como la ruta “Bertha Benz Memorial Route”. 

Dorothy Levitt  y sus récords de velocidad

Dorothy Levitt (1882-1922) escritora y activista de la causa de las mujeres hizo historia al establecer varios récords de velocidad. 

En el año 1906 llevó su bólido, un Napier 100 HP, hasta los 146 kilómetros por hora en la prueba de velocidad de Blackpool, logrando el récord del mundo femenino de velocidad. También logró ganar varias carreras de lanchas a motor, consiguiendo el récord mundial de velocidad sobre el agua al alcanzar 31 kilómetros por hora.  

Además, se la considera la precursora de los espejos retrovisores antes de que fueran implementados en los coches. En 1909 publicó un libro llamado “La mujer y el automóvil: un manual amigable para todas las mujeres que compiten en automovilismo o desean hacerlo”, aportaba consejos como el de llevar un pequeño espejo para ver los coches que venían por detrás. 

Se la definió como la chica más rápida del mundo. Su actitud era el reflejo de su forma de entender la vida. Ella escribe en su libro “No hay mayor libertad para una mujer que conducir su propio vehículo”.

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