Los radares están obligados por ley a funcionar con un margen de error, estos registran una velocidad que no es la misma a la que circula el coche. A su vez, el margen de error no es el mismo en todos los casos, depende de dos factores fundamentales. Por un lado, el tipo de aparato que se usa para controlar la velocidad, y por el otro, si el radar es nuevo, o lleva más de un año en funcionamiento. Entonces, ¿a qué velocidad saltan los radares? A continuación te lo contamos.
Existe una norma general que la Dirección General de Tráfico (DGT) comparte desde hace años denominada la regla del 7. Según esta regla, en carreteras con límite de 100 kilómetros por hora, el radar deja un margen de 7 kilómetros antes de denunciar una infracción de velocidad. En los casos en los que la velocidad es de más de 100 km/h, se aplicaría un 7% de tolerancia. Entonces, en un tramo de 120 km/h, el radar detectaría infracción si el coche va a más de 128 Km/h.
La realidad es que no siempre es válida esta norma general. El margen de error puede ser diferente dependiendo el tipo de radar y la antigüedad del mismo. De todas formas, si un coche supera el límite en uno o dos kilómetros, hay pocas posibilidades de que el radar detecte infracción.
En los radares de velocidad que se coloquen por primera vez (ya sean radares fijos, de tramo o móviles estáticos), el margen de error es de 3 km/h para vías o carreteras con velocidades límites de 100 km/h. Y de un 3% para las carreteras que permiten mayor velocidad. Los radares que se utilizan en movimiento, el margen de error es de 5 km/h en velocidades iguales o inferiores a 100 km/h y de un 5% en carreteras más rápidas. En el caso de las aeronaves, el margen es de 5% en todas las situaciones.
A partir del segundo año de funcionamiento, los radares fijos o móviles estáticos, cuentan con un margen de error de 5 km/h en las vías hasta 100 km/h, y un 5% en las carreteras que se circula a mayor velocidad. Los radares móviles en movimiento detectan infracción cuando se sobrepasan en 7 km/h en velocidades iguales o inferiores a 100 km/h o un 7%. En los radares de tramo el radar detecta a partir de los 3km/h 3% en velocidades mayores a 100 km/h.
La multa por exceso de velocidad va desde los 100 a los 600 euros, que puede reducirse a la mitad por pronto pago. En el caso de realizar un pronto pago, se anula la posibilidad de un recurso de apelación de la multa. La sanción también puede incluir la pérdida de entre dos a seis puntos del carnet de conducir.
Los excesos de velocidad que sobrepasan en gran medida el límite impuesto supone un delito contra la Seguridad Vial y puede acarrear penas de cárcel de tres a seis meses o multa de seis a 12 meses. Otra opción es que se deban realizar trabajos en la comunidad en un periodo de hasta tres meses. En todos los casos se retira el carnet de conducir durante un año, o hasta cuatro años, dependiendo de la gravedad.
Para que sea considerado delito, la velocidad límite se tiene que haber superado en más de 60 km/h en vías urbanas y en más de 80 km/h en carrera.
Cuando la DGT notifica una infracción, el boletín debe incluir dos fotogramas, si el radar no está operado por un agente. Por un lado, debe identificarse el tipo de aparato que ha detectado el exceso y, por otro lado, la justificación de la verificación periódica anual.
A su vez, lo ideal es que especifique el límite de velocidad de la vía, la velocidad a la que ha sido detectado el coche y la velocidad por la que se impone la denuncia, descontando el margen de error.
Existen muchos casos en los que los tribunales han suavizado las sanciones porque el boletín solo especificaba la velocidad que da lugar a la infracción, sin mencionar que la medición contemplaba el margen de error. Este es un detalle importante a prestar atención, ya que las multas podrían ser menores si se descuenta el margen de error del radar.
La DGT cuenta con 780 radares fijos, 1325 móviles y 92 radares de tramo para realizar la tarea de control de exceso de velocidad. En la página web de la DGT es posible consultar el listado de los radares y conocer la ubicación de los mismos.
