El martes 11 de mayo de 2021 entró en vigor el Real Decreto 970/2020, de 10 de noviembre, por el que se modifica el Reglamento General de Circulación. Una de las medidas que se introduce en esta modificación, es la reducción del límite de velocidad permitido en las ciudades o poblados a 30 km/h.
La mencionada medida tiene dos objetivos principales, reducir los riesgos de sufrir accidentes y reducir la gravedad de los mismos. De esta manera, se busca habitar ciudades más seguras, siendo una de las prioridades de la Agenda 2030.
En esta medida, el actor principal de ser protegido es el usuario vulnerable. En 2019, los fallecidos en accidente de tráfico en las ciudades aumentaron un 6%, mientras que en las vías interurbanas se redujeron un -6%. El 82% de los fallecidos en ciudades en 2019 fueron usuarios vulnerables, es decir, peatones, ciclistas y motoristas.
Por tanto, se han determinado los nuevos límites de velocidad:
Sin embargo, hay que resaltar que los carriles que están destinados a la circulación de determinados vehículos no cuentan en esta medida. Un ejemplo de ello son los destinados únicamente para el transporte público. Por ejemplo, si una calle tiene dos carriles por sentido de circulación pero uno de ellos es para bus y taxi, no se aplicará el de 50 km/h sino el de 30 km/h.
De todos modos, los Ayuntamientos tienen la posibilidad, por normativa, de reducir los límites si lo consideran necesario. En estos casos, están en la obligación de incorporar una señalización con la modificación del límite permitido en esa zona.
Así mismo, también tienen la posibilidad, pero solo excepcionalmente, de aumentar la velocidad hasta 50 km/h en vías de un único carril por sentido.
Esta medida ha sido reconocida por la Dirección General de Movilidad y Transportes de la Comisión Europea, como una medida positiva para reducir la siniestralidad vial y ahora los ayuntamientos tienen un paraguas legal normativo para poder aplicarla en cada una de las ciudades.
Aquellos tramos de carreteras interurbanas que discurren por poblados llamados travesías, no experimentarán por normativa la aplicación de estos límites, manteniéndose los 50 km/h. Pese a que generalmente parte de estas vías convencionales suelen tener un solo carril por sentido.
Sin embargo, cabe aclarar que los Ayuntamientos podrán rebajarlo por tramos o incluso en su totalidad.
Por otra parte, quedan exceptuados de esta medida aquellos vehículos que transporten mercancías peligrosas, los cuales tienen una velocidad de circulación preestablecida de 40 km/h en estos tipos de vías.
Por último, las autovías y autopistas que se encuentran dentro de las ciudades y poblados, mantendrán su límite genérico de velocidad en los 80 km/h. Aún así, existe la posibilidad de que los Ayuntamientos amplíen dichos límites sin excederse del máximo permitido para ellas, es decir, los 120 km/h.
Dicho todo esto, se debe saber que el incumplimiento de estas medidas por parte de los usuarios de las carreteras claramente supondrá la aplicación de multas.
En este sentido, las sanciones dependen de cuánto se exceda el límite de velocidad permitido para cada zona. Por tanto se las cataloga como graves o muy graves, variando entre los 100 y los 600 euros y en algunos casos serán acompañadas por la retirada de entre dos y seis puntos del carné de conducir.
La decisión de la DGT de darle un marco legal a la reducción de los límites de velocidad en las ciudades y poblados, como dijimos, apunta a reducir no solo los riesgos de accidente, sino también su gravedad. De esta manera se sabe que una de las ventajas con esta bajada de los límites es que se reduce un 80% el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello.
Siendo más específicos, los cálculos indican que si la velocidad del vehículo que impacta es de 30 km/h el riesgo de fallecer es de un 10%; si la velocidad es de 50 km/h, ese riesgo se eleva al 90%.
Por otra parte, al pasar del límite de 50 km/h a 30 km/h también implica una reducción de la distancia necesaria para frenar el vehículo.
Antes de la implementación de esta medida, algunas ciudades incorporaron zonas 30 km/h. Esta experiencia tuvo muy buenos resultados, demostrando una reducción de más del 40% de los accidentes.
Y otro aspecto que se destaca, según el informe de recomendaciones del Grupo de Expertos Académicos para la 3º Conferencia ministerial global de seguridad vial, es la disminución del ruido ambiental, reduciéndose a la mitad.
Se espera, además, que haya menos emisiones de humo en las ciudades y que los ciudadanos puedan incorporar otros medios de desplazamientos menos contaminantes como las bicicletas, e incluso puede ser incentivo para realizar más traslados a pie.
Dentro de las medidas que se incorporan en el plan de reducción de siniestros viales en España, se incorpora el uso de la luz de emergencia V16 homologada en reemplazo de los triángulos de emergencia.
Esta baliza aumenta la visibilidad del vehículo que la porte, detenido por avería o accidente en la carretera, y se comunica con la plataforma DGT 3.0 para que las autoridades del tráfico puedan gestionar las incidencias viales.
Su entrada en vigor será el 1 de Enero del 2026, fecha a partir de la cual todos los vehículos deberán contar obligatoriamente con un dispositivo como la PF Led ONE V16.
Mientras tanto, la DGT ya aprobó el uso de las balizas v16 geolocalizadas por lo que ya se puede acceder a la compra bajo reserva de la PF Led ONE V16 geolocalizada en la web de PF Seguridad Vial y esperar a su entrega estimada para el próximo mes.
