Conducir luego de haber consumido alcohol es un gran riesgo ya que se pierden y disminuyen ciertas capacidades de respuesta frente al volante que pueden llevar a causar accidentes fatales. Dependiendo de la cantidad de alcohol que se ingiera, se agravan las consecuencias que produce en el cuerpo y aumentan aún más los riesgos en una conducción.
Debido al gran riesgo que conlleva conducir bajo los efectos del alcohol o alguna otra droga, la Dirección General de Tráfico establece puestos de control donde es posible hacer un test que mida la cantidad de alcohol en sangre. Asimismo, establece una serie de sanciones y multas económicas para las personas den positivo en los testeos. En este artículo detallamos las posibles consecuencias de conducir luego de beber alcohol y la cantidad mínima que una persona debería beber para dar positivo en los controles.
Conducir bajo los efectos del alcohol es una acción peligrosa ya que la capacidad de conducir se ve sumamente afectada. El alcohol es un depresor del sistema nervioso central que provoca alteración de la percepción de las cosas, es por ello que conducir bajo sus efectos puede llevar a producir un fatal accidente de tráfico.
Las autoridades de tráfico españolas advierten, mediante diversos medios de comunicación, de los peligros que conlleva conducir bajo los efectos del alcohol, y aun así, si se observan los informes de accidentes fatales que publicó la DGT, es posible advertir que más de un 30% de los conductores que se vieron implicados en accidentes mortales conducían bajo el efecto del alcohol.
Según las estadísticas, un gran número de personas sale a la vía o carretera luego de haber consumido alcohol y pone en riesgo tanto su vida como la vida de los demás usuarios. Es por ello que resulta muy importante seguir difundiendo y tomando conciencia de las responsabilidad que hay que tener frente al volante.
Si hablamos de responsabilidad al volante y si tomamos conciencia de los efectos que produce el alcohol en el cuerpo, los conductores tienen que evitar conducir si es que hay algún consumo de alcohol, aunque éste sea mínimo. Una vez aclarado esto, también es importante saber que la normativa establece un margen de alcohol que se puede consumir y que no es causa de multa ya que considera que la persona aun cuenta con un gran porcentaje de control sobre su motricidad.
En los controles de alcoholemia se suele medir la tasa de alcohol en aire espirado a través de un etilómetro. Se le pide al conductor que sople y el dispositivo arroja el resultado de cuanto porcentaje de alcohol lleva en su cuerpo. Para personas que no puedan soplar por alguna condición de salud es posible que la prueba se realice midiendo cuánto es el porcentaje de alcohol en sangre.
Es importante tener en cuenta que no a todas las personas les afecta de la misma forma el alcohol. Según la Dirección General de Tráfico (DGT) el efecto en hombres y mujeres varía al igual que varía el efecto según cual sea el peso de la persona.
Un ejemplo concreto: si la persona bebe una copa de vino de 100ml, es posible que no de positivo si pesa entre 70 y 90 kilos. Cuanto menos pesa, más le afecta el alcohol, por lo que si pesa menos de 70 kilos es probable que de positivo. También es importante tener en cuenta otros factores a la hora de hacer este cálculo que también influye si se consumió alimentos previos a beber alcohol, qué tipo de alimentos se consumió, el tiempo transcurrido desde que se bebió la copa y se puso a conducir, y el tipo de alcohol que haya tomado.
En el Reglamento General de Circulación, se determinan las diversas multas que conlleva conducir luego de haber consumido alcohol. Estas multas varían según el porcentaje de alcohol en sangre. No es lo mismo dar positivo por haber consumido dos copas de vino, que dar positivo por que se consumió una botella de vino o de otro alcohol. A cada porcentaje le corresponde una multa específica según el grado de riesgo que tiene la persona de provocar un accidente.
Las sanciones para quienes conducen bajo el efecto del alcohol oscilan entre los 500 y 1.000 euros de multa. A continuación detallamos los diversos tipos de multas en relación al alcohol en el cuerpo:
Por todo lo mencionado es importante tomar consciencia del riesgo que implica conducir bajo alguna sustancia que altere nuestra percepción. No sólo por las posibles multas económicas, pérdida de puntos, retirada del carnet o incluso la cárcel, sino por las vidas y los daños que pueden causar accidentes en la carretera.
